La caída de los mayas: "Ellos mismos la ocasionaron"
La caída de los mayas: "Ellos mismos la ocasionaron"
Al igual que muchas culturas que vivieron antes o después de ellos, los mayas terminaron deforestando y destruyendo su paisaje.
Al igual que muchas culturas que vivieron antes o después de ellos, los mayas terminaron deforestando y destruyendo su paisaje.
"Lo ocasionaron ellos mismos", dice el veterano arqueólogo Tom Sever.
Derecha: Ruinas de los mayas en Guatemala. Crédito de la fotografía: Tom Sever.
"Los mayas casi siempre son descriptos como personas que vivían
en total armonía con su entorno", relata el estudiante de doctorado
Robert Griffin. "Pero al igual que muchas otras culturas que vivieron
antes o después de ellos, los mayas terminaron deforestando y
destruyendo su paisaje como resultado de sus esfuerzos por ganarse la
vida a duras penas en épocas difíciles".
Una gran sequía tuvo lugar cerca del momento histórico durante el cual los mayas comenzaron a desaparecer. Y, al momento de su caída, ya los mayas habían cortado la mayor parte de los árboles ubicados a lo largo de grandes franjas de tierra con el fin de despejar terreno para cultivar el maíz que alimentaría a su creciente población. Ellos también cortaron árboles para usarlos como leña y para hacer materiales de construcción.
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Él y su equipo de investigadores utilizaron simulaciones realizadas en computadora para reconstruir el modo en el cual la deforestación pudo haber desempeñado un papel muy importante en el empeoramiento de la sequía. Los investigadores lograron aislar los efectos de la deforestación utilizando un par de modelos climatológicos ya comprobados: el modelo de circulación atmosférica de mesoescala PSU/NCAR, más conocido como: MM5, y el Modelo del Sistema de Clima Comunitario, o CCSM, por su sigla en idioma inglés.
"Simulamos tanto el mejor escenario como el peor: una deforestación del 100 por ciento en el área de los mayas y también un área sin deforestación", dice Sever. "Obtuvimos resultados reveladores. La pérdida de todos los árboles causó un aumento de entre 3 y 5 grados en la temperatura y una disminución de entre el 20 y el 30 por ciento en las precipitaciones".
Son resultadores verdaderamete reveladores; no obstante, se necesita más investigación para poder explicar totalmente los mecanismos que llevaron a la caída de los mayas. Los registros arqueológicos muestran que la caída de las ciudades-estado de los mayas sí tuvo lugar durante los períodos de sequía; sin embargo, algunos de ellos lograron sobrevivir e incluso prosperar.
Arriba:
En las profundidades de la jungla guatemalteca, Sever y Griffin
estudiaron una "stele" desmoronada: una pirámide de piedra utilizada por
los mayas para anotar información o desplegar arte tallado ornamental.
Sever y Griffin hallaron la "stele" y otras ruinas que habían
permanecido ocultas por más de 1.000 años, durante una expedición que se
valió de la tecnología de detección remota, de la NASA, para ubicar con
exactitud los lugares donde se encuentran los antiguos asentamientos.
(NASA/T. Sever)
"Lo que nosotros creemos es que la sequía ocurrió de modo
distinto en diferentes áreas", explica Griffin. "Nuestra hipótesis es
que los aumentos de la temperatura y las disminuciones de las
precipitaciones ocasionadas por la deforestación local causaron
problemas lo suficientemente graves como para 'empujar hacia el
precipicio' a algunas, aunque no a todas, las ciudades-estado".
Los mayas llevaron a cabo la deforestación mediante la agricultura de tala y quema (un método que, en la actualidad, todavía es utilizado sobre sus antiguas y gastadas tierras, lo cual ha ayudado a los investigadores a entender mejor cómo funciona el proceso).
"Sabemos que por cada período de 1 a 3 años en los cuales se cultive una porción de tierra, se necesita dejarla en barbecho recuperándose durante 15 años. Durante ese tiempo, los árboles y el resto de la vegetación puede volver a crecer mientras se tala y se quema otra área de cultivo".
Pero, ¿qué ocurre si no se deja la tierra en barbecho el tiempo suficiente como para que se pueda recuperar? ¿Y qué sucede si se tala más y más tierra para poder satisfacer la demanda de alimento?
Derecha: Un letal ciclo de sequía, calentamiento y deforestación pudo haber sido la causa de la desaparición de los mayas. [Imagen ampliada]
La sequía no sólo hizo que fuera difícil cosechar alimento
suficiente, sino que también habría provocado que fuera más difícil para
los mayas almacenar agua suficiente como para sobrevivir durante la
temporada seca.
"Las ciudades trataron de mantener una reserva de agua que durara un período de 18 meses", dice Sever. "En Tikal, por ejemplo, había un sistema de represa que contenía millones de galones de agua. Sin suficientes precipitaciones, las reservas se secaron". La sed y la hambruna no colaboran para mantener feliz a una población. Como dice la expresión: lo demás es historia.
"En algunas de las ciudades-estado de los mayas se han encontrado fosas comunes que contienen grupos de esqueletos con incrustaciones de jade en los dientes (algo que ellos reservaban para la elite maya); de modo que tal vez, en este caso, se trate de aristócratas asesinados", especula él.
Ningún factor puede, por sí mismo, llevar a toda una civilización a la ruina, pero la deforestación que ayudó para que se produjera la sequía podría muy fácilmente haber exacerbado otros problemas como: disturbios sociales, guerra, hambre y enfermedades.
Muchos de esos hallazgos son el resultado de técnicas de imágenes que tienen como base el espacio, señala Sever. "Mediante la interpretación de datos de satélite obtenidos por medio del espectro infrarrojo, hemos localizado cientos de ciudades antiguas abandonadas cuya existencia se desconocía. Los mayas utilizaron yeso como base para construir sus grandiosas ciudades, repletas de templos ornamentales, observatorios y pirámides. Durante cientos de años, la cal se ha ido filtrando hacia el suelo. Como resultado, la vegetación que crece alrededor de las ruinas luce muy distinta de las demás, cuando se la observa en la actualidad mediante una luz infrarroja".
"La tecnología del espacio está revolucionando la arqueología", concluye Sever. "Estamos utilizándola para aprender más acerca de las situaciones difíciles de esos antiguos pobladores para evitar correr la misma suerte".
Créditos y Contactos Autor: Dauna Coulter Funcionario Responsable de NASA: John M. Horack Editor de Producción: Dr. Tony Phillips Curador: Bryan Walls | Relaciones con los Medios: Steve Roy Traducción al Español: Iris Mónica Vargas Editor en Español: Angela Atadía de Borghetti Formato: Iris Mónica Vargas |
El Directorio de Ciencias del Centro Marshall para Vuelos Espaciales de la NASA patrocina el Portal de Internet de Science@NASA que incluye a Ciencia@NASA. La misión de Ciencia@NASA es ayudar al público a entender cuán emocionantes son las investigaciones que se realizan en la NASA y colaborar con los científicos en su labor de difusión. |
Más información (en inglés y español) |
Arqueología del Espacio --por
Tom Sever: "Gran parte de la historia de la humanidad puede ser
examinada paso a paso desde sus orígenes a través del impacto de las
acciones humanas sobre el ambiente. La utilización de la tecnología de
detección remota ofrece al arqueólogo la oportunidad de detectar estos
impactos que, a menudo, resultan invisibles a simple vista".
Los misterios de los mayas --artículo
realizado por el Observatorio de la Tierra, de la NASA, acerca de la
investigación que se está llevando a cabo sobre los mayas y los
esfuerzos que actualmente se realizan para proteger tanto a la gente del
área como a su flora y su fauna.
Contribuyeron con esta investigación: Dr.
Tom Sever, arqueólogo de la UAHuntsville (Universidad de Alabama), en
Huntsville, Alabama; Dr. William Saturno, arqueólogo de la Universidad
de Boston, quien también resultó beneficiario de la Ley de Personal
Intergubernamental de la NASA; Rob Griffin, estudiante del doctorado en
la Universidad Estatal de Pensilvania, en College Park, Pa, y quien
actualmente se desempeña como Profesional Visitante del Centro Nacional
de Ciencia y Tecnología Espacial, ubicado en Huntsville; Dr. Udaysankar
Nair, científico investigador del Centro de Ciencia de Sistemas de la
Tierra, de la UAHuntsville; Daniel Irwin, Director del Proyecto SERVIR
en el Centro Marshall para Vuelos Espaciales y el Dr. Bob Oglesby,
paleoclimatólogo de la Universidad de Nebraska.
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